La RSE impulsa la

resiliencia de las organizaciones

Marcos González, periodista

Presidente editor de Corresponsables,

de su Fundación y de ObservaRSE

@marcosgonzalezm

Es un honor presentar el 19º Anuario Corresponsables, una publicación que se ha convertido en una referencia indispensable para comprender y valorar el progreso en Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y Sostenibilidad en todos los países de habla hispana. El Anuario cobra aún especial relevancia al reflejar cómo todos los grupos de interés han respondido a los desafíos de un entorno geopolítico convulso, manteniendo firmes sus compromisos con la Sostenibilidad y la RSE.

Un año más, presentamos la nueva edición del Anuario Corres-ponsables, una publicación que no solo documenta las buenas prácticas y los logros en materia de RSE y Sostenibilidad de todas las organizaciones privadas, públicas y no lucrativas, de todos los tamaños y sectores, sino que también sirve como una fuente de inspiración y un llamado a la acción.

Esta edición pone de manifiesto cómo más de 2.500 organizacio-nes de una docena de países de habla hispana han compartido sus buenas prácticas en la materia, destacando su compromiso por hacer de este planeta un mundo mejor, más justo y más sos-tenible.

El Anuario Corresponsables se ha erigido como la publicación mul-tistakeholder más importante, gracias precisamente a la colabo-ración de cientos de aliados que nos apoyan para poner en valor todo lo que se hace bien.

En este sentido, esta 19ª edición del Anuario Corresponsables re-coge cómo las organizaciones han desempeñado un papel cru-cial, demostrando que la resiliencia y la innovación son compatibles con prácticas sostenibles y responsables. A pesar de los desafíos económicos y políticos, estas entidades han liderado con el ejem-plo, implementando estrategias de RSE adaptativas que no solo benefician a sus stakeholders directos, sino también a la sociedad en su conjunto.

No sólo las grandes, también las pequeñas y medianas empre-sas, así como los proveedores, han mostrado una capacidad ex-traordinaria para integrar la Sostenibilidad en sus operaciones. En un año marcado por la incertidumbre, han abrazado la RSE como una herramienta clave para su desarrollo y competitividad, adap-tando sus modelos de negocio para ser más resilientes y sosteni-bles.

Las entidades del Tercer Sector han reafirmado su rol como agen-tes de cambio, enfocando sus esfuerzos en mitigar los impactos de la crisis geopolítica en las comunidades vulnerables. A través de su trabajo en RSE y Sostenibilidad, han fortalecido las redes de apoyo social y ambiental, demostrando una capacidad única para movilizar recursos y generar impacto positivo.

También el mundo académico ha jugado un papel esencial en la promoción de la RSE y la Sostenibilidad, educando a las futuras generaciones de líderes y profesionales. A través de la investiga-ción y la enseñanza, las instituciones educativas han impulsado el conocimiento y la comprensión de estas prácticas, preparando a los estudiantes para enfrentar los retos actuales y futuros.

Por su parte, las administraciones y empresas públicas han dado pasos significativos para integrar la RSE y la Sostenibilidad en sus políticas y operaciones. Su compromiso con el bienestar social y ambiental, especialmente en tiempos de crisis, ha sido fundamen-tal para asegurar la resiliencia y la estabilidad de las sociedades a las que sirven.

Finalmente, los medios y agencias de comunicación han juga-do un rol vital en la difusión de información ASG. Su labor ha sido clave para fomentar una mayor conciencia pública y compromiso empresarial, destacando las buenas prácticas y promoviendo un diálogo constructivo sobre estos temas cruciales, como realiza-mos desde los medios de comunicación Corresponsables.

Pese a los avances, no podemos caer en la complaciencia, pues aún queda mucho camino por recorrer. No podemos ignorar la magnitud de acontecimientos como el devastador huracán que arrasó Acapulco, en México, o las guerras de Ucrania e Israel y Pa-lestina. Estos episodios nos recuerdan la urgencia de abordar la crisis climática y fortalecer nuestras acciones hacia la Sostenibi-lidad. En este sentido, la respuesta por parte de bastantes orga-nizaciones ha sido inmediata y eficaz a la hora de prestar apoyo en una situación tan complicada. La Sostenibilidad se vuelve más crucial que nunca en un mundo que demanda respuestas éticas y comprometidas frente a los desafíos no solo ambientales, sino también sociales, económicos y éticos.

Podría citar cientos de ejemplos de iniciativas (más de 800) que hemos recibido en nuestros XIV Premios Corresponsables y que demuestran cómo la RSE se está convirtiendo en ese brazo impul-sor de cambio positivo.

Por ejemplo, en el ámbito de buen gobierno, destaca el gran tra-bajo de análisis de una gran compañía en toda su cadena de valor, permitiendo definir y confeccionar objetivos y proyectos a medida, teniendo en cuenta los riesgos de cada una de las áreas de pro-ducción. Esto ha permitido construir una relación más sólida con sus proveedores y ser mucho más transparentes en las fábricas de producción, con el fin de velar por la Debida Diligencia.

En el ámbito social también hemos recibido muchísimos proyec-tos tan interesantes como los que se centran en mejorar la em-pleabilidad de personas con discapacidad y en riesgo de exclu-sión social, a través de la alfabetización digital, el desarrollo de competencias laborales y el acceso a recursos digitales. O bien los modelos de negocio de transformación social que brindan mi-crofinanciamiento, asesoría técnica y materiales de construcción de calidad a segmentos poblacionales de bajos recursos para la mejora de sus hogares y, por ende, de su calidad de vida.

Por último, si nos centramos en el ámbito ambiental, puedo citar iniciativas tan innovadoras como el proyecto de limpiar el Océano Atlántico de plásticos para convertirlos en hilo de poliéster y, pos-teriormente, estudiantes de diseño utilizar esta tela en sus trabajos e imprimir sus diseños con tecnología sostenible de gran formato, contribuyendo así a la economía circular; pues estos mismos di-seños se pueden reciclar y volver a rediseñar.

Creo sinceramente que la resiliencia de una sociedad se mide no solo en cómo enfrentamos las adversidades, sino en cómo nos organizamos para luchar por ese objetivo común de construir un futuro mejor. Y es aquí donde los Objetivos de Desarrollo Sos-tenible y la Agenda 2030 nos proporcionan un marco invaluable para orientar nuestros esfuerzos y trabajar de manera colaborativa hacia un mundo más equitativo y sostenible.

Hoy más que nunca, es necesario que las empresas y las organi-zaciones se sumen a esta causa, reconociendo su papel esencial en la creación de un impacto positivo y duradero.

Una vez más, me gustaría agradecer a todas las organizaciones que han demostrado un compromiso inquebrantable con la RSE, la Sostenibilidad y la consecución de los ODS. Sus acciones son faros de esperanza en un mundo que, aunque enfrenta desafíos considerables, también está lleno de enormes posibilidades para la transformación positiva.

Para terminar, me gustaría instar a todos los lectores a seguir ins-pirándonos mutuamente, a colaborar de manera más estrecha y a adoptar un enfoque colectivo hacia un futuro sostenible y equi-tativo. El Anuario Corresponsables así como los Premios Corres-ponsables son un recordatorio de que, a pesar de los obstáculos, somos capaces de generar un cambio significativo cuando tra-bajamos juntos hacia un bien común. Termino reafirmando que, en un período marcado por retos geopolíticos, económicos y so-ciales, este Anuario destaca la importancia crítica de la colabora-ción y la innovación en todos los sectores para construir un futuro más sostenible y responsable. Invito a todos nuestros lectores a explorar estas páginas, no solo como un registro de lo que se ha logrado, sino como un mapa hacia lo que aún podemos alcanzar juntos.